Cada piedra está cuidadosamente enmarcada por un bisel cuadrado de diamantes blancos, finamente engastados en oro blanco de 18 quilates. Este marco no solo resalta la belleza del jade, sino que también añade un toque de lujo y sofisticación, creando un contraste espectacular entre la opacidad verde del jade y el resplandor de los diamantes. La simetría del diseño otorga equilibrio y modernidad, haciendo que estos aretes sean perfectos tanto para eventos formales como para elevar cualquier look cotidiano.
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